La llegada de banqueros de Wall Street a Silicon Valley, ¿buena o mala noticia?

La llegada de banqueros de Wall Street a Silicon Valley, ¿buena o mala noticia?
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La llegada de una banquera de Wall Street a Google ha reavivado el debate sobre si este 'trasvase' de directivos es una buena noticia para el futuro de Silicon Valley y las empresas tecnológicas. Como casi siempre, hay dos visiones distintas: quienes creen que puede ser un freno a la innovación y quienes lo ven como un signo de cambio positivo en ambas industrias.

Lo anunciaba ayer: Ruth Porat, de Morgan Stanley, se encargará a partir del mes de mayo de las finanzas de Google. Es considerada "la mujer más poderosa de Wall Street" y aterriza con el crecimiento de la compañía (y el control de los gastos) como uno de sus retos.

No se trata del primer nombramiento, ni será el último en Silicon Valley. Uno de los más llamativos fue el de Anthony Noto que se incorporó en julio del año pasado también como responsable financiero de la red social Twitter abandonando su puesto en el banco Goldman Sachs.

¿Más 'financieros', menos innovación?

La visión más negativa sobre esta tendencia la ofrece Tim Fernholz en Quartz: "La 'financiarización' de la industria más dinámica e innovadora no es necesariamente un paso adelante". Defiende que la llegada de grandes nombres de Wall Street a las compañías tecnológicas abrirá la puerta a priorizar aún más la rentabilidad y los beneficios frente a la innovación y las necesarias (y arriesgadas) apuestas de los grandes.

Ayer mismo, Larry Page, CEO de la empresa del buscador, aseguró que bajo la batuta de Porat seguirán invirtiendo "de una manera reflexiva y disciplinada en nuestra próxima generación de grandes apuestas". Lo hace en el momento en el que algunas voces han alertado sobre el incremento de costes de los titanes de la tecnología por sus apuestas empresariales.

En el caso de Google, las gafas inteligentes, los coches sin conductor, los robots o el 'internet de las cosas' son segmentos que no se enmarcan, precisamente, en su negocio fundamental. Y que, con un resultado incierto, engordan el lado de los gastos trimestre tras trimestre.

El consejero delegado y fundador de Amazon, Jeff Bezos, se pronunciaba recientemente en una entrevista sobre la dificultad para lograr beneficios en su compañía. Y sobre las dudas respecto a sus apuestas arriesgadas más allá de las advertencias sobre sus gastos:

Uno de mis trabajos es animar a la gente a ser valientes. Es increíblemente difícil. Los experimentos son, por su naturaleza, propensos al fracaso. Unos grandes éxitos compensan docenas de cosas que no funcionaron. Apuestas audaces y que funcionaron sirven para pagar una gran cantidad de experimentos.

Un signo positivo

En el otro lado se encuentra quienes opinan que este cambio de las oficinas de Wall Street por las de Silicon Valley representan una buena noticia para la economía. Neil Irwin en New York Times señala la tendencia al alza de graduados en másteres MBA que acaban apostando por empresas tecnológicas frente a los servicios financieros.

"Un sector financiero inusualmente grande en realidad reduce la tasa de crecimiento de una economía, en vez de incrementarla", asegura el autor, citando a varios economistas. Cree que movimientos así, más allá de los incentivos económicos para quien los protagonizan, suponen una "señal prometedora" de que en el mundo post-crisis esos incentivos "servirán mejor a la economía que los de la 'vieja escuela'".

En El Blog Salmón | Cinco claves sobre la nueva responsable de las finanzas de Google, ¿Ajustarse el cinturón? Las grandes tecnológicas ante el debate sobre sus gastos Imagen |
Imagen | nromagna

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