¿Igualdad de oportunidades o igualdad de resultados?

¿Igualdad de oportunidades o igualdad de resultados?
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En el tiempo que llevo participando, escribiendo, comentando en este blog, se denota una división perfectamente clara tanto en los editores como en los comentaristas. Los “ultraliberales peligrosos” como he leido ya en varios comentarios y el resto que defienden unos cánones con los cuales yo no comulgo.

En todos los razonamientos económicos, tendemos a un problema de fondo que se reduce a una frase muy simple: “todos queremos ser iguales” o “la igualdad” entre todos. Con esta premisa, se critican los altos sueldos de los ejecutivos, se justifica el incremento de impuestos, se cierra la puerta a una reforma laboral de cualquier tipo entre algunos debates significativos o se defienden las políticas de subsidios.

Adémás, se da la premisa que muchos de los lectores, defienden la intervención gubernamental (no hablamos de partidos, sino de gobierno) como instrumento para lograr esa igualdad. Creo que hay un grave error en todo este razonamiento y es que se confunde la igualdad de oportunidades con la igualdad de resultados. Ni dos gotas de agua son exactamente iguales ¿cómo podemos llevar a cabo esta igualdad en la sociedad?

Creo que todos los individuos deben tener las mismas oportunidades, claro está dentro de su contexto personal propio. Si mi vecino tiene la suerte de tener 10 millones de euros y yo sólo tengo 50 euros, ¿por qué motivo mi vecino me tiene que dar 5 millones a mí? Supongamos que ese patrimonio lo ha adquirido por herencia, gracias a los exitos pasados de su familia. ¿Es justo penalizar el exito pasado de mi vecino?

La teoria del reparto equitativo de la riqueza se ha comprobado mediante distintas organizaciones socio-políticas que no funciona, además que incurre en contranatura. Si reducimos los alicientes económicos a cero y penalizamos a aquellos que tienen éxito ¿no dejaran estos de esforzarse?

Además, fuera del plano económico, la igualdad de resultados es materialmente imposible. Yo no puedo ser igual que Brad Pitt o Fernando Alonso, porque me falta ese “ingrediente especial” que tienen ellos y eso es materialmente imposible de conseguir. Ahora bien, como yo no se pilotar un fórmula uno o no soy un tipo guapo que triunfe en el cine ¿penalizamos a ellos que tienen éxito para que sean iguales a mí?

Estas mismas conclusiones las podemos extrapolar a cualquier situación socioeconómica y el Estado como tal, no puede generar políticas socioeconómicas que busquen la igualdad de resultados, sino suavizar las diferencias en la igualdad de oportunidades. Si nuestro camino es obtener el mismo resultado para todos los individuos, mal vamos en aras del progreso y de la mejora del bienestar colectivo.

Ahora bien, sé que muchos pensáis justamente lo contrario, pero sólo me gustaría que aportéis argumentos que apoyen porqué hay que caminar en la dirección de igualdad de resultados, tal y como defendéis a capa y espada muchos de vosotros. Por supuesto, que todas las opiniones y pensamientos son aceptados.

Imagen | Nuria_
En El Blog Salmón | Milton Friedman y la igualdad, Ellos buscan nuestra felicidad

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