La nueva frontera urbana, de Neil Smith

La nueva frontera urbana, de Neil Smith
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HOY SE HABLA DE

Hoy os vengo a recomendar la lectura de una obra que está en mis antípodas ideológicas, La nueva frontera urbana, de Neil Smith, un libro que data de 1996 pero que considero sumamente actual. La edición que he leído, en concreto, es la traducida al castellano de Traficantes de Sueños que podéis encontrar en su pagina.

Neil Smith, recientemente fallecido era un antropólogo y geográfo, catedrático en la Universidad de Nueva York, cuya obra academico giró alrededor de las relaciones entre el urbanismo y los mercados de capitales, y en el caso concreto que nos ocupa alrededor del proceso conocido como gentrificación.

La gentrificación es un proceso por el cual determinados barrios o zonas urbanas son "aburguesadas", siendo sustituida su población originaria, de bajos ingresos, por nuevos ocupantes con mayores rentas. Para que lo entendamos desde una perspectiva española, podemos pensar en Chueca en Madrid, pero también en algunos barrios chinos de algunas capitales españolas, si bien creo que, seguramente España no es el mejor escaparate de estos procesos (y a diferencia de lo que opinaba Neil Smith, esto es toda una desgracia).

Discrepando con mucho de los presupuestos ideológicos del libro, de la interpretación de muchos de los hechos que hace, el libro me parece sumamente interesante precisamente debido a que se centra en un proceso que ha tenido lugar a lo largo de las sociedades desarrolladas, donde se entremezclan consideraciones sociales, jurídicas, económicas, culturales. Un proceso, una tendencia que, formalmente iría en el sentido opuesto de aquel que hemos conocido con más fuerza en España, la huída de las ciudades hacia los complejos residencial privados del extrarradio.

El libro es extensísimo, con multitud de datos y referencias, lo que hace que difícilmente se pueda hacer una crítica del mismo en el reducido espacio de un post de este blog. Pero no me resisto e exponer algunas de las ideas que Smith maneja en esta obra:

  • La idea de la nueva frontera, un concepto clásico de la sociedad americana, vinculada a la colonización del oeste, reciclada después tanto para aventuras espaciales como para los propios colonos urbanos. En este sentido, he de reconocer que se trata de una visión muy atractiva la del paralelismo entre vaqueros/burgueses e indios/clases trabajadoras luchando por los verdes praderas/espacios urbanos.
  • Su teoría de que la gentrificación viene marcada por la oferta, y no por la demanda, ni por los cambios socioculturales. La alianza entre promotores inmobiliarios, entidades financieras y Administraciones Públicas es fundamental, tras la detección de bolsas de suelo cuyo costes d adquisición ha caído en picado, lo que hace la operación viable desde un punto de vista financiero.
  • Su explicación de los ciclos financieros de inversión/desinversión en el sector inmobiliario (tremendamente curiosa su afirmación de que en los mercados con mayor peso del alquiler, se tendía a la desinversión, o establecer un patrón respecto a la morosidad de impuestos inmobiliarios para establecer avisos de proceso de gentrificación).
  • Su concepción de la ciudad revanchista, de aquella que persigue a las minorías sociales, raciales, etc...

Más allá de algún punto de coincidencia que podría tener respecto al papel coactivo del estado en desalojos de propietarios respecto de sus viviendas, o en la obligación de mantenimiento de dichas propiedades por parte de los mimos, tengo la sensación de que Neil Smith vivía en el pasado, en una suerte de "qué rojo era mi barrio".

Creo que le costó asumir que esa suerte de aristocracia obrera, vinculada a la industrialización, había desaparecido en buena medida, junto con dichos procesos de producción y organización social. El libro esta plagado de juicios de valor, de epítetos contra la burguesía, contra los nuevos ocupantes, contra aquellos que rompen esa Arcadia feliz del autor. Contra aquellos, en definitiva, que son capaces de insuflar dinero y vida a barrios marginales, que se hunden, y para los que el autor no propone nada más, o eso me parece a mí, que la subsidiación permanente por parte de aquellos a los que insulta, bien sea través de impuestos para mantener viviendas sociales, bien obligados a arrendar viviendas a precios inasumibles financieramente, y por supuesto prestando todo tipo de servicios a sus inquilinos.

Para dar una idea de lo sesgado de la visión de Smith, aún siendo algo muy anecdótico, sirva este pasaje del libro a propósito de la globalización de la gentrificación, al hablar de Paris y Le Marais:

Esto es algo que he conseguido entender recientemente, durante la tarde de un sábado, mientras estaba sentado en un bar gentrificado del Marais. Se trata de un bar australiano, y estaba bebiendo cerveza holandesa que, por supuesto, había pagado con francos franceses. Los pocos clientes que había, si no eran franceses, eran ingleses parisinos o turistas alemanes o japoneses. En la televisión podía verse un partido de fútbol (de la Copa de Europa), en el que el Barcelona ganaba de forma abrumadora a la selección de Escocia. En realidad, todos los jugadores parecían estadounidenses. Los dos comentaristas eran uno irlandés y el otro norteamericano. Todo parecía muy familiar, en esta gentrificación del Marais.

Aparte de lo desubicado que está futbolísticamente, es difícil no ver en este pasaje a aun amante de los estereotipos, de los clichés, a un conservador como la copa de un pino, por mucha etiqueta de progresista que se pueda colocar.

De todos modos, y dada la escasa literatura en castellano sobre el tema, creo que gustará a unos y a otros, con independencia de sus postulados.

Más información | Traficantes de sueños

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