El comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Pierre Moscovici, dejó caer ayer en la Eurocámara que España debería adoptar ajustes adicionales para cumplir con el objetivo de déficit en 2015. En su opinión, y por tanto, en la de la propia Comisión, España no ha hecho los deberes en la elaboración de los Presupuestos de 2015, y ello podría suponer un incumplimiento del déficit para ese año.
Como recordarán, España, junto a otros países de la UE, se comprometió en el Pacto de Estabilidad a situar su déficit público por debajo del umbral del 3 % en 2016. Para ello, cada año deberá cumplir unos objetivos, que para este año se sitúan en una meta de déficit del 5,8 % del PIB. Este objetivo parece asumible y a la altura de año en que estamos todo apunta a que se cumplirá, pero ¿y el año próximo?
En 2015 el objetivo establecido para nuestro país se sitúa en el 4,2 % del PIB, una reducción notable que desde la Comisión Europea dudan que se consiga. No en vano, el propio Moscovita apuntó a que son necesarios nuevos esfuerzos, instando al Gobierno a defina los medios necesarios para alcanzarlo, y según las previsiones de Bruselas el déficit se situaría en el 4,8 %.
¿Debemos preocuparnos? Yo siempre he sido de la opinión de que el tema de la reducción de déficit hay que tomarlo con calma: no quitarle importancia pero tampoco obsesionarnos con el mismo. La sociedad española ya está bastante asfixiada con los recortes sociales y las subidas impositivas que se han llevado a cabo en los últimos años como para apretarle las tuercas un poco más.
Por otra parte, el año próximo será año electoral. Con las elecciones generales en el punto de vista del Gobierno es improbable, por no decir imposible, que este escuche a Bruselas e imponga nuevos ajustes a corto plazo. Otro tema será cuando pasen las elecciones y se forme un nuevo Gobierno. Aunque lo previsible es que la situación económica continúe mejorando poco a poco, de producirse un nuevo estancamiento no duden de que puedan volver a aplicarse medidas impopulares cocinadas en Bruselas. Eso sí, esperemos no tener que llegar a ese extremo.
Vía | Expansión
En El Blog Salmón | Pocas luces y muchas sombras en las nuevas previsiones de la Comisión Europea
Imagen | Cancillería Ecuador