En EEUU, si un ciudadano denuncia una actuación de fraude fiscal, impago de multas, intereses u ocultación de dinero público y dicho expediente finaliza con una inspección en la que se comprueba realmente el fraude, el denunciante recibe un premio por parte del Gobierno. Este premio que se recibe puede alcanzar el 30% del dinero recuperado en impuestos con un límite de 10 millones de dólares.
En España, por contra, no se permite ni siquiera la denuncia anónima y aunque el Gobierno ha planteado una especie de premio para los denunciantes de los pagos en efectivo para operaciones de más de 2.500 euros, el premio en sí, es que no se pagaría la sanción puesto que sólo denunciaria el propio defraudador y no se aplicaría a un tercero. Esta misma tarde, lanzaba en Twitter esta pregunta:
Pagaríaias 10 euros por denunciar ante la Agencia Tributaria de manera anónima? Lo pregunto en serio y se agradece feedback
— Remo (@Remo_) noviembre 4, 2012A día de hoy, creo firmemente que el número de denuncias tributarias es tan bajo por la imposibilidad de mantener un sistema anónimo de denuncias y a la vez, tal y como me comentaban en Twitter, los incentivos para la denuncia son más negativos que positivos, si el denunciado se entera que tú eres el denunciante, por ejemplo.
Asimismo, en el campo laboral, es imposible presentar una denuncia que no sea presencial y en los casos que se denuncian, se suele actuar tarde, a deshoras y mal, por lo que no siempre se obtienen las situaciones irregulares que se desean en la regulación de las relaciones laborales.
Ahora bien, si en España tuvíeramos incentivos económicos para denunciar el fraude fiscal, el volumen de economía sumergida sería más pequeño por los propios incentivos económicos que se generan. Cualquier persona podría ejercer como “inspector de Hacienda” a comisión, extremo que me parece muy positivo a día de hoy. ¿Opiniones?
PD: Gracias a @JPSerranoH por las fuentes.
En El Blog Salmón | Qué pasa con el fraude fiscal, Procedimientos para denunciar el fraude fiscal ante la Agencia Tributaria y la Inspección de Trabajo
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