Tras conocerse ayer una información mucho más detallada sobre los Presupuestos Generales del Estado para el presente año, resalta el hecho de que el tijeretazo de 27.300 millones de euros que contemplan los mismos, el mayor de la democracia, no serán suficientes para pagar los 28.876 millones de euros de intereses de la deuda pública española en 2012.
Esta cifra supone un 5,3% más respecto a lo que se pagó el año pasado por una deuda que se estima que pase del 68,5% al 79,85% del Producto Interior Bruto (PIB). En total, de los 214.701 millones de euros de gastos contemplados en los Presupuestos Generales del Estado, un 13,4% son para pagar intereses de deuda.
Se estima igualmente que el saldo de la deuda española ronde la escalofriante cifra de 628.900 millones de euros este año, ya que se tiene previsto emitir 186.100 millones de euros de deuda en 2012 para cubrir las necesidades de financiación del Tesoro Público y las amortizaciones de deuda.
Y con esto, aunque muchos creen que el problema de España no es de deuda porque aún estamos por debajo del 90,4% sobre el PIB que registrará la media de la zona euro, un pequeño problema yo creo que sí que tenemos, problema que se agrava a medida que nos alejamos del 60% que fijaba el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo.
El problema que yo veo a largo plazo es muy simple y podría trasladarse a cualquier economía doméstica: si debes 100 y para pagar una parte de esos 100 pides 30, cuando acabe el año tu deuda será, por ejemplo, 120, ya que lo que pagas es menor que lo nuevo que has pedido. Así, para nuestro caso, el cómo pagar la deuda actual sin generar deuda nueva es una cuestión que de verdad me quita el sueño.
Vía | El Mundo
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