El debate que llevamos viviendo bastante tiempo en EEUU, los bonus de directivos de empresas rescatadas, ha llegado a Francia. Este país ha decidido limitar el sueldo de los directivos de las empresas que cuenten con algún tipo de ayuda pública. Y es que después del escándalo de AIG, este tema está en boga.
En Francia se han decantado por prohibir los bonus y stock options que normalmente tienen los directivos en sus contratos como parte del sueldo variable. Todo esto se concretará la semana que viene en un decreto.
A mi personalmente me parece bien. Si la empresa es privada, las empresas son libres de fijar el sueldo de sus directivos (aunque muchas veces sean los propios directivos los que se fijan el sueldo y no hay un socio mayoritario que lo vete; es como si a cada accionista le robaran unos pocos céntimos, no merece la pena hacer nada). Pero si la empresa ha recibido apoyo público, este dinero, que se supone que ha ido para salvar a la empresa, no puede ser usado para premiar a unos directivos que además han llevado a la empresa a una situación límite.
De todas formas, el sueldo variable, acorde con los resultados de la empresa, es un aspecto positivo. Motiva a trabajar bien y premia a los que mejor lo hacen. Estimula, en este caso a los directivos, a que lleven a la empresa por la senda correcta. Pero para ello esta retribución variable tiene que estar ligada de alguna forma a unos resultados a largo plazo. No puede ser que el año pasado cobraran un bonus enorme por la buena marcha de la empresa y este año un Estado esté rescatándola. Eso quiere decir que el año anterior no lo estaban haciendo tan bien.
Por tanto veo bien que las empresas rescatadas tengan limitación de salario y también creo que todas las empresas, tanto las que han sido rescatadas como las que no, deben estudiar los criterios para fijar la retribución variable de sus empleados. El cortoplacismo nos ha llevado, entre otras cosas, a una situación poco sostenible.
En El Blog Salmón | ¿Para qué son los bonus?, ¿Cuál es el nivel correcto del bonus?
Vía | El País
Foto | OpenDemocracy