Se trata de una de mis series favoritas de TV de todos los tiempos. Y sospecho que de mucha más gente. Hablo de Doctor en Alaska (Northern Exposure). Para los que no han tenido la suerte de conocerla, contarles que trata la historia de un joven Doctor en Medicina, neoyorquino hasta la médula, judío y urbanita. Para pagar la deuda que ha contraído por sus estudios, debe trasladarse hasta Alaska, Estado que le había becado/prestado a pagarles con sus servicios profesionales en Cicely, un pueblo perdido. Gran parte del juego que daba la serie se originaba en los contrastes culturales entre los habitantes del pueblo y Joel, el doctor.
Lo cierto es que el arranque de la serie, el motivo que traslada a Joel Fleischmann hasta la inhóspita Alaska, tiene mucho en común con una idea de negocio, o de ONG, o de vete a saber que, que recoge Springwise. Lo cierto es que es interesante, especialmente en el contexto norteamericano en el que se genera. Se trata de que gente con capacidad económica, que habitualmente donan dinero a ONGS y similares, sigan haciéndolo pero de un modo algo distinto. Ese dinero se emplea en becar los estudios de jóvenes profesionales. Jóvenes profesionales que se comprometen a devolver esas sumas trabajando para las ONGS que determinen los donantes. De este modo se matan varios pájaros de un tiro. Las ONGs disponen de personal gratuito y de alta cualificación, los becarios consiguen financiación para sus estudios y una experiencia laboral, y los donantes controlan específicamente el destino de su dinero y multiplican el efecto beneficioso del mismo.
La idea se ha dado en llamar por su creador, Ian Wallace, dogood4debt. Sin embargo, parece ser que la tiene en standby hasta su próximo regreso de África. Ojalá le vaya bonito y consiga sacarle adelante. Me parece digna de éxito.
Eso si Ian, no intentes exportar tu idea a España. Aquí no necesitamos. Aquí hay becas-barra-libre, para todo el que le haga falta. Esto es Jauja.