Si en los Estados Unidos tienen a Henry Ford como el gran emprendedor e ingeniero del automóvil, quizás habría que decir que tuvo un equivalente alemán unos años más tarde, Ferdinand Porsche. Ayer día 22 fue el 75 aniversario de la empresa sajona, fue cuando se le encargó a Porsche la construcción del primer Coche del Pueblo.
Para que nos pongamos en contexto, Hitler había llegado al poder y soñaba con las grandes Autobahn que cruzarían el país y permitirían viajar de un lado a otro a gran velocidad. Estas autopistas proyectadas en la mente del dictador iban a ser la envidia de las demás naciones, y todavía lo siguen siendo. No obstante las Autobahn tenían un problema, iban a estar vacías. Muy poca gente tenía acceso al automóvil en aquel momento, los vehículos eran caros y reservados a aquellos con buen poder económico.
En aquel entonces había un genio del automóvil en Alemania, Porsche. Ferdinand Porsche era el jefe de diseño de Mercedes, y soñaba con proporcionar un automóvil barato al pueblo. Hitler se ofreció a financiar los sueños de Porsche, y se hicieron prototipos, se viajó a los Estados Unidos para aprender las técnicas, y se construyó una fábrica tan grande que necesitaría su propia ciudad para atenderla. Esa ciudad todavía existe y se conoce como Wolfsburg. Los compradores deberían de pagar 5 marcos cada semana hasta reunir un total de 990, cuando lo hubieran hecho en teoría les habrían entregado el coche. Digo en teoría porque el estallido de la guerra obligó a usar la fábrica para fines militares, unos 350.000 clientes se quedaron si su coche.
Obviamente la fábrica fue un objetivo militar en la guerra, especialmente para los bombarderos. No obstante los trabajadores arriesgando su vida mantuvieron los generadores, Porsche ordenó que llevaran al bosque y a subterráneos las máquinas que se podían mover, los nazis no destruyeron la fábrica en su retirada (a pesar de que se les había ordenado) y una bomba que cayó sobre la fábrica no explotó. Después de la guerra británicos y americanos pensaron en llevarse la fábrica, pero ningún fabricante quiso producir un diseño nazi. En 1945 la fábrica estaba produciendo vehículos de nuevo.
El éxito del vehículo fue evidente, en 1955 se vendió la unidad un millón. Aunque a partir de los años setenta su popularidad cayó en picado se siguió produciendo hasta 1996 en Alemania y en México hasta 2003. Además es uno de los modelos más reconocidos, y una de las unidades que más a vendido con apenas unos retoques a lo largo del tiempo. Sólo por eso se puede considerar uno de los diseños industriales más rentables de todos los tiempos, sin contar con su enormísima influencia en la cultura pop.
Como empresa Volkswagen sigue en marcha hoy en día, siendo uno de los mayores grupos Automovilísticos a nivel mundial, incluso puede que se haya convertido en el mayor fabricante mundial de automóviles.
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