Nissan, el acierto de Renault

Nissan, el acierto de Renault
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Nissan es uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo. La empresa tiene su sede en Yokohama, pero está principalmente controlada por Renault. Hemos hablado anteriormente de Renault, pero tocaba hablar del otro lado de la gran alianza que supone el cuarto fabricante mundial de automóviles con más de ocho millones de unidades vendidas.

Anteriormente he hablado alguna vez sobre Renault, pero tocaba hablar sobre el otro lado de la alianza. La alianza Renault-Nissan han sido el gran acierto de Carlos Ghosn, presidente de ambas empresas. Nissan hoy en día es un fabricante moderno, cuyos vehículos están disponibles en todo el mundo, ya sea mediante la generalista Nissan, la marca de lujo Infiniti o la de bajo coste Datsun.

Orígenes de Nissan

Como la mayor parte de los fabricantes de automóviles, la historia de Nissan comienza en los principios del siglo XX, cuando tres inversores empezaron a fabricar un coche en 1914. La empresa seguiría creciendo, y en los años 30 adoptaría el nombre que tiene ahora. Si sucedería que Nissan se convertiría en un Keiretsu, una alianza de empresas con participaciones cruzadas entre ellas que componen hoy en día la economía japonesa a partir de gigantescos conglomerados en torno a un banco.

Durante los años 50 y 60 Nissan evolucionó vendiendo sus coches más grandes bajo la marca Nissan y los más pequeños bajo la marca Datsun, la más antigua. La forma de Nissan de entrar en mercados como el Norteamericano al principio fue bajo la marca Datsun, con el objetivo de atender a los consumidores a los que los fabricantes de Detroit no ofrecían lo que buscaban, coches pequeños, baratos y sencillos. Esta estrategia fue la que usaron los fabricantes japoneses al principio, y demostró ser completamente acertada con la crisis del petróleo de 1973. Los japoneses ya vendían coches pequeños, de bajo consumo y fiables.

En cambio los fabricantes de Detroit fueron pillados desprevenidos, no obstante estaban interesados en competir con ese segmento que habían tomado los japoneses, para entonces ya tenían coches pequeños y de bajo consumo. De intentar competir con los japoneses salieron coches como el AMC Gremlin o el Ford Pinto, ninguno con buena fama.

Nissan siguió creciendo en todo el mundo y consolidándose como fabricante. Nunca ocultaron su origen japonés, sino que lo llevaban con orgullo. Durante mucho tiempo su logo fue la palabra NISSAN en un recuadro azul sobre la bandera japonesa.

La alianza con Renault

La alianza Renault-Nissan comenzó en la segunda mitad de los noventa, cuando Renault pasó a controlar el 36% de los derechos de voto de Nissan, pasando a controlar en el 44% que controla ahora a partir del 2001. Nissan por su parte, tiene el 15% del capital de Renault, pero no tiene derechos de voto. En la práctica sucede que Renault controla Nissan, de hecho, su presidente Carlos Ghosn es compartido.

Gracias a esta alianza, los esfuerzos de Nissan y de Renault están compartidos en muchas áreas. La logística es compartida, así como algunas factorías y compras. Otros acuerdos hacen que por ejemplo algunas tecnologías sean exclusivas, de modo que por ejemplo, Renault fabrica los motores diesel de los vehículos Nissan vendidos en Europa.

Por supuesto se comparten plataformas, motores, cajas de cambios, etc. Toda la tecnología que es posible compartir se hace. Por ejemplo el nuevo Renault Kadjar está basado fuertemente en el superventas de Nissan en Europa, el Qashqai. Otros modelos, son comercializados con una marca u otra según la región. Por ejemplo el Dacia Duster europeo se comercializa como Nissan o Renault, dependiendo del mercado. El idioma oficial común es el inglés y la sede de la alianza está en Holanda.

Una ventaja competitiva que veo en esta alianza es la estructura de marcas, con pocos vehículos que compitan entre sí en el mismo mercado. Se tienen las dos marcas principales, una de lujo (Infiniti), marcas regionales (Renault-Samsung en Corea y avtoVAZ en Rusia) y marcas de bajo coste (Dacia para Europa y Datsun para los emergentes). Nissan y Renault apenas compiten en muchos mercados, siendo Europa uno de ellos. Y aún así, En Europa está limitados los modelos que pone a la venta Nissan.

Esto no significa que todo sea perfecto, sino que hay errores. El Nissan Cube apenas ha vendido fuera de Japón, siendo un fracaso en Europa y EEUU. Por ejemplo la iniciativa de vender coches eléctricos en Israel acabó siendo un fracaso, así como el modelo eléctrico Fluence de Renault. Por otro lado, el primer coche eléctrico dirigido al gran público ha sido de esta alianza, el Nissan Leaf.

Pero cuando quiero decir que el acierto de Renault fue esta alianza, es porque muy probablemente de no haberlo hecho, Renault sería un fabricante regional, al estilo de PSA, en vez de ser uno prácticamente global como es ahora. Para Nissan, por otro lado, fue un acierto porque se encontraba en una situación económica complicada, necesitando de la inyección de efectivo de Renault, así como de su know-how en coches pequeños.

Esta alianza, a diferencia de la adquisición de Chrysler por parte de Daimler, es un modelo a estudiar no sólo para otros fabricantes de automóviles, como por ejemplo el nuevo gigante Fiat Chrysler Auto, sino para otros fabricantes que pretendan mantener una presencia global en un mundo cada vez más competitivo.

En El Blog Salmón | El futuro de Renault, entre Dacia y el electrón

Más información | Scribd, Blog Renault Nissan Alliance

Imagen | Nissan

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