Parece que la compra del banco alemán HVC por parte del italiano Unicredito se ha cerrado, una operación muy rápida en parte porque el lado italiano cedió al lado alemán bastante protagonismo en el consejo y en los altos puestos de la gestión. Esta rapidez en el cierre de la operación puede verse compensada negativamente cuando empieze la difícil labor de integrar los dos bancos.
Me recuerda la fusión del Banco de Bilbao con el Banco de Vizcaya, allá por los años 80. Años después de que se cerrara esta operación, algunos ejecutivos todavía preguntaban a los que no conocían que de qué banco provenían. El banco no consiguió un mando unificado hasta que la gran mayoría de los de un lado, los del Vizcaya, se fueron del banco y los del Bilbao tomaron las riendas. Estos errores no se repitieron en sus varias compras en Latinoamérica que, incluso cuando tenía minoría en el capital, establecían desde el primer momento claridad en la gestión. También de vuelta a España, no cometieron estos errores con la compra de Argentaria por el entonces BBV, para crear el BBVA, y los resultados justificaron esta forma de actuar.
El Santander aprendió lo mismo con la compra del Central Hispano en España y lo está demostrando con su compra del Abbey en Reino Unido, dejando patente que la claridad en la alta dirección después de una compra o fusión (saber quién manda) tiene un impacto directo e inmediato en el éxito de la operación. Seguro que el BBVA no cometerá tales errores si finalmente se hace con el BNL en Italia.
Vía | Cinco Días En El Blog Salmón | BBVA recibe apoyos poderosos en Italia y Los resultados del Abbey criticados fuera de España