El Gobierno aprobará hoy en Consejo de Ministros los PGE 2016, unos presupuestos claramente electorales donde no priman los recortes sino que abre la mano en muchos temas. Eso sí, el objetivo de déficit sigue siendo el que estaba previsto, el 2,8% del PIB.
¿Cómo se pueden conjugar temas como el aumento del sueldo a funcionarios y mejorar la tasa de reposición de los mismos con una reducción de déficit? Todo debido al crecimiento económico y la reducción del desempleo. Pero es difícil creerse las cifras.
Este año no vamos a alcanzar el objetivo de déficit a pesar de estar creciendo al 3%. ¿Qué nos hace pensar que el próximo año sí cuando se aumenta el gasto en algunas partidas clave? No hay por donde cogerlo.
Pero está claro que a finales de este año hay elecciones y es importante recuperar votos en sectores que se consideran agraviados. Es más, hasta se aumenta la financiación de las autonomías (cosa por otro lado necesaria, son las que soportan la mayor parte del gasto social).
Al próximo Gobierno le queda un papelón, rectificar estos presupuestos si no queremos pasarnos de largo en los objetivos de déficit, cosa que no nos permitirán desde Europa.
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