Acabo de leer en un artículo de El País una noticia que me deja con la boca abierta. Sin ánimo de entrar en una disputa política, lo cierto es que el gobierno socialista andaluz de Griñán se ha propuesto empezar una guerra contra el gobierno de Rajoy en lo que a medidas anticrisis se refiere. Si uno dice “blanco”, el otro responde “negro”. Y en medio de la disputa, los empleados públicos.
Según comenta el diario de Prisa, Griñán tiene un plan B ante el despido de empleados públicos propuesto por el PP y que se rumorea que podría llegar en los próximos meses. La medida es bastante polémica y afectaría a 261.399 personas, entre funcionarios y personal laboral y eventual público andaluz, a los que se reduciría voluntariamente su jornada laboral entre un 48% y un 50%, lo que conllevaría una rebaja salarial del 40%.
El objetivo, por tanto, sería evitar el despido de estas personas mediante un reparto de trabajo entre todos. Sostienen desde la Junta de Andalucía que esta medida ayudaría a conciliar la vida laboral y familiar de los trabajadores, además de abrir la puerta a que los empleados públicos puedan iniciar algún tipo de estudio.
No, no se trata de una broma, sino de una argumentación lamentable para justificar que no hay pan para tanto empleado público. ¿A favor? ¿En contra? Imagino que para gustos, los colores, y si bien es cierto que con esta medida muchas personas podrían conservar sus puestos de trabajos, ya me dirán como un empleado público mileurista, que abunda, sobrevivirá con apenas la mitad de su salario normal.
En mi opinión, la solución es tan sencilla como dolorosa: si no hay dinero para mantener el entramado público actual, habrá que empezar a cerrar organismos públicos de dudoso fin, con todas las consecuencias que ello implica. No ha existido piedad a la hora de meter la tijera en el sector empresarial privado pero no hay valor para hacerlo en el público. Cada día que pasa tengo más claro que si no pinchamos la burbuja del entramado público, donde además incluyo a la clase política, no podremos salir de este bache.
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Imagen | PSOE Andalucía