La teoría del desacople cobra nuevos bríos, pero ¿quien gana?

La teoría del desacople cobra nuevos bríos, pero ¿quien gana?
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Cuando la crisis comenzó a atenazar las economías desarrolladas se puso en el tapete la “teoría del desacople” un término que buscaba dar cuenta del relevo que podría tomar China y los países emergentes para reemplazar la locomotora de Estados Unidos. A medida que se fue profundizando la crisis el término cayó en el olvido y se vaticinó una caída global. Sin embargo, tras los malos datos de Estados Unidos y la avanzada expansionista de los países emergentes, la teoría del desacople ha cobrado nuevos bríos. Por eso, aunque la situación de Estados Unidos empeore, es posible que la economía mundial resista el bajón.

La gráfica de Mike Shedlock muestra las ventas finales en Estados Unidos para los últimos 60 años, demostrando que no hay una recuperación a la vista, y que el impulso de los últimos meses se debe, en gran parte a los planes de estímulo. Sólo una fuerte caída del dólar puede dar vigor a una economía que carga con el peso de un excesivo endeudamiento provocado por el entusiamo en el consumo y el excesivo optimismo que permitía el país de las oportunidades y del american way of life.



A tres años de que Estados Unidos comenzara a arrastrar al resto del mundo hacia su recesión más profunda en setenta años, Goldman Sachs, Credit Suisse y Bank of America prevén que, esta vez, algo va a ser diferente. Goldman predice que el crecimiento mundial se ralentizará un 0,2%, hasta el 4,6% en 2011, desde el anunciado 4,8%. El informe de Goldman apoya su análisis en el hecho de que la dependencia internacional del comercio de EEUU ha disminuido, y no alcanza hoy por hoy como para expandir los efectos persistentes de la ruptura de la burbuja crediticia. Goldman también apuesta a que el dólar seguirá débil y que no se recuperará en el corto plazo.

Por su parte, el informe de Bank of America, señala que “mientras no se convierta en una gripe, el mundo puede lidiar con el resfriado de Estados Unidos”. De acuerdo a las estimaciones del BoA, la economía de EEUU se va a expandir un 1,8% en 2011, frente al 3,9% que espera que lo haga la economía mundial. Esto demuestra que a 16 meses de que EEUU saliera de la mayor recesión de los últimos años, la recuperación está perdiendo fuerza, como lo indica la caída de la actividad industrial, la caida de las ventas de viviendas y el aumento del desempleo.

Los países emergentes, por el contrario, muestran mucha más fortaleza, y están tirando de la economía mundial. La producción industrial en China se aceleró por segundo mes consecutivo en septiembre, y en India experimentó un crecimiento de casi el 14% entre julio de 2009 y julio de 2010. Esto ayuda a confirmar el buen comportamiento relativo de los mercados emergentes, que evitarán que la economía global se sumerga en el abismo. Brasil tendrá un crecimiento del 7% y será la tercera economía del año.

La brecha entre las economías desarrolladas y las emergentes se está ensanchando. Los países en vías de desarrollo aportarán este año y el que viene alrededor del 60% de la expansión global, frente al 25% de hace una década. Todo esto demuestra que el desacople está en marcha. Sin embargo, lo que ocultan los datos es que los que ganan son los mismos de siempre. La dinámica interna del capitalismo exige que éste se mueva por el mundo buscando los mayores diferenciales de ganancias si importarles la salud de las poblaciones que depredan. Esta dinámica la explica claramente Mark Mobius, un agente de inversión, que no vacila en señalar que lo que los mueve es sacar una tajada del rápido crecimentro de los países emergentes. Si ya Estados Unidos no da para más, hay que exprimir los recursos de otros países. En suma, ganan los mismos de siempre.

Más información | Economic Review
Imagen | MISH

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