El Reputation Institute ha dado a conocer su estudio City RepTrak 2013 en el que evalúan la reputación de un total de 100 ciudades de todo el planeta. Para ello, según explican en su página web, han tenido en cuenta factores como la admiración, el respeto, la confianza y la buena impresión que despiertan, así como el análisis de trece variables agrupadas en tres grupos: nivel de desarrollo, calidad de vida y calidad institucional.
El ranking está encabezado por Sidney, con 77,4 puntos sobre un total de 100. Le siguen en la clasificación Toronto (76,9), Estocolmo (76,9) Viena (76,9) y Venecia (75,8). En total, 15 de las 20 primeras ciudades son europeas. Mientras tanto, en el otro lado de la balanza, las ciudades con peor reputación son El Cairo (46,1), Nairobi (44,4), Karachi (43,5), Teherán (32,1) y Bagdad (28,5). Las únicas dos ciudades españolas que han participado en el estudio han sido Barcelona y Madrid, que han perdido posiciones respecto a su clasificación del pasado año pese a haber obtenido mejores notas. Así, Barcelona (72,2 puntos) desciende a la posición veintitrés desde la sexta, mientras que Madrid (71 puntos) retrocede desde el puesto veintiuno hasta el veintisiete.
Pese a que la reputación sea una variable de difícil cuantificación, lo cierto es que no se puede negar la relación existente entre esta y la capacidad de la ciudad para atraer turistas, trabajadores o inversores, lo que sin lugar a dudas condiciona su capacidad para obtener ingresos y la riqueza de la misma.
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