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Lo primero que hay que hacer en cualquier reforma fiscal que se presenta, es la proyección de tipos impositivos y cuotas en el IRPF con y sin reforma, dado que en la reforma planteada, se alteran tramos y tipos impositivos, antes de creernos los titulares precocinados al efecto.
Esta reforma parte de una premisa de rebaja de impuestos para todos, en plan barra libre y tal y como ha comentado IC, hasta que no veamos realmente el articulado, poca información tenemos de la letra pequeña. No obstante, si es importante aclarar que la comparativa correcta la debemos hacer con los tipos impositivos que teníamos en 2011, dado que los tipos de 2012 a 2014, han sido "subidas temporales" del IRPF. Ahora vamos con los datos, puesto que la rebaja de impuestos, no afecta a las rentas altas, a pesar de alterar el tipo marginal máximo y la gran mayoría de críticas que lanzan las campanas al vuelo sobre la espectacular rebaja de impuestos del PP. Si observamos la proyección de cuotas a pagar sobre la base imponible general, a partir de 100.000 euros, las cuotas a pagar a partir de 2016 son incluso superiores a las cuotas que tenían las rentas más elevadas en el ejercicio 2011. Este efecto tiene su origen en la dispersión de tramos más elevados por las rentas inferiores, de tal manera que se mantienen los tipos impositivos al 45% pero se tributa más por el tramo medio.
Respecto la rebaja en los tramos inferiores, más que una rebaja real sobre IRPF se está aplicando una buena imagen de propaganda. A falta de ver cómo van a operar los mínimos personales y sobre todo las deducciones sobre cuota líquida, aunque se hace una bajada de tipos efectivos, la segmentación del tramo de 12.000 euros, tendrá un efecto tributario práctimente nulo para la mayoría.
Respecto el tramo previo para el 2015, los grandes perjudicados comparativamente hablando son las bases imponibles situadas entre 40.000 y 60.000 euros. Véase las cuotas de dichos tramos en 2011 y lo que van a pagar en 2015. En este tramo de base imponible se sitúan en torno a 2 millones de declaraciones del IRPF que ven bajar su renta respecto este año, pero no sobre la comparativa de base con el 2011.
En definitiva, el PP está vendiendo una rebaja de impuestos que a efectos reales y para las rentas elevadas es simplemente falsa y que para las rentas más bajas, es importante sobre el papel, siempre y cuando no se alteren sustancialmente el mapa de deducciones actuales.
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