Pese a que la economía japonesa tiende a dar leves señales de vida, con un crecimiento interanual del 3,7%, las dudas sobre la recuperación económica provocaron un nuevo deslizamiento masivo en los mercados y todos los índices bursátiles se desplomaron al unísono. Japón había pronosticado su salida de la peor recesión desde la segunda guerra mundial, con las medidas de estímulo del gobierno y el aumento de las exportaciones. Pero el incremento del segundo trimestre con respecto al primero fue de sólo 0,9%, menor al 1% esperado. Eso bastó para volver a enceder el fuego de la desconfianza.
La firme tendencia bajista de los mercados arrastró desde temprano a las bolsas mundiales, para dar cuenta que la recuperación de las últimas semanas puede ser solo un espejismo. El Nikkei japonés cayó 3,7%, su nivel más bajo desde julio. El desplome general de las bolsas asiáticas fue estruendoso, con el Shanghai Composite perdiendo 5,8%, el índice compuesto de Jakarta 3,6% y el de taiwán 2,2%, con una caída general en Hong Kong, Corea, Singapur, Malasia, Tailandia.
En Europa, la situación no fue muy diferente con el Cac parisino dejando 2,16%, el Dax alemán 2,02% y el FTSE 1,46%. Sobre el Ibex, hacía tiempo que no se veía una jornada en picada desde la apertura: cedió 2,78%, mientras en Estados Unidos el Dow Jones perdió un 2%, el Nasdaq 2,75% y el S&P 2,43%. Las sospechas de que el mercado ha ido demasiado lejos durante las últimas semanas, marcando un repunte del 15% en lo que va del año, y un 42% desde mediados de marzo, no están ausentes. Más aún cuando la debilidad de la economía mundial, con su alto desempleo, fuerte caída en la demanda y una deflación ya instalada, contrasta con la fiesta bursátil de las últimas semanas.
La quiebra de 77 bancos en Estados Unidos en lo que va del año, junto al masivo impago de las tarjetas de crédito, como señalan Bank of America y Capital One en The New york Times, y la fuerte depreciación de los activos inmobiliarios, muestra que la economìa mundial aún se encuentra en estado comatoso, con grandes fracturas. Tras la caída de los índices bursátiles, hay empresas que sucumben, como IBM, Intel, o bancos, como HSBC, el más grande de Europa, o BNP Paribas, el más grande de Francia, o el Deutsche Bank. También hay precios que se desploman, como el del petróleo, que cayó a los 65 dólares el barril y el oro, que bajó de los 936 dólares la onza, como gran parte de los metales (cobre, niquel, acero).
Según ha señalado Ben Bernanke, quien se postula para un segundo mandato al frente de la Fed, los mercados financieros seguirán muy estrechos y la situación comenzará a aliviarse sólo el primer trimestre del próximo año. Los peligros de una doble zambullida, siguen latentes.
En El Blog Salmón | Economía en alto riesgo de "doble inmersión", Bernanke: ¿Seguirá al frente de la FED?
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