El profesor Charles A. O'Reilly de Stanford Graduate School of Business ha realizado un interesante estudio sobre los principales factores del éxito en la carrera profesional. Para ello realizó un seguimiento a una serie de estudiantes del MBA de UC Berkeley's Haas School of Management durante los ocho años siguientes a su graduación.
Los resultados son bastante curiosos:
Los hombres tienen más claro lo que quieren ser dentro de diez años que las mujeres, quienes no quieren tener que pensar aún sobre la elección entre la vida laboral y la profesional.
Los primeros ascensos en la pirámide organizacional se realizan fundamentalmente basándose en las habilidades, que al llegar a un determinado nivel están bastante compensadas, y entonces es el esfuerzo lo que desmarca a unos profesionales de otros… es decir, el número de horas que trabajan.
El perfil ganador suele ser el del “hombre hegemónico” (traducción literal), pero curiosamente no todos los hombres cuadran dentro de esta definición, y no es exclusiva del sexo masculino. Pero los que realmente lo hacen mejor, responden a este perfil. En resumen, si quieres triunfar en el mundo de los negocios tienes que ser un tipo duro (o tipa dura) y querer echarle muchas horas al día, porque eso será lo que te diferenciará de los demás que aspiran a tu puesto, que serán igual de inteligentes que tú.
El panorama que pinta es bastante triste, porque ¿qué pasa entonces con la gestión de la diversidad en los equipos directivos?, ¿qué pasa con la conciliación de la vida personal y la profesional?, ¿son las águilas-directivos las que comprenderán mejor las necesidades de sus empleados para que den el máximo, o son los que mejor utilizarán el palo?
Vía | The Fast Company En El Blog Salmón | “Las mujeres no valen para la industria publicitaria”