Dígame un defecto

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Como sabéis, Enrique Brito, uno de los editores de El Blog Salmón, es un apasionado del mundo laboral. Se trata de una temática que domina. De sus posts podéis aprender mucho y bien. Y esto es importante, pues se avecinan malos tiempos para la lírica laboral. Tras una época de jauja en el empleo, de-más-madera, el mercado se esta volviendo sombrío (aunque claro, esto también puede ser discutible).

Así, la semana pasada nos proponía reflexionar sobre una serie de preguntas habituales que se hacen en las entrevistas. Como la mejor improvisación es la que se prepara, conviene ser conscientes de que están ahí y de que hay que tener respuestas que suene sinceras y que nos mejoren frente a la competencia. Eso si, eché en falta una que es un clásico en todas las entrevistas que he padecido/disfrutado.

El caso es que, aprovechando el rinconcito cinematográfico que me reservo los fines de semana, he creído oportuno colgaros la famosa secuencia de la entrevista de trabajo de Spud en Trainspotting. Y la verdad, el consejo ese de exagerar una virtud para señalar un defecto, especialmente con el clásico de soy muy perfeccionista, muy trabajador, o muy exigente esta muy visto. Y no suena creíble, incluso cuando es cierto. A pensar otra cosa.

El segundo consejo que se puede extraer es que tengamos cuidado con el café antes de las entrevistas.

En El Blog Salmón | Seis preguntas que te pueden hacer en una entrevista de trabajo

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