El periodista y el camarero, un vídeo que muestra el mal económico de la sobrecualificación

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Vía Benjamí he llegado al vídeo que acompaña al post. El periodista y el camarero; vídeo que narra en primera persona los sentimientos de un joven que es periodista pero que trabaja como camarero. El vídeo es una muestra muy clara sobre la desmotivación laboral cuando estamos sobrecualificados para el trabajo que desempeñamos, el riesgo que tiene estancarse en esa profesión y la temporalidad propia que le imponen los trabajadores a estas condiciones laborales.

Muchas personas se encuentran desubicadas en el mercado laboral dado que su formación académica y sus aspiraciones laborales van más allá del propio mercado laboral. Un licenciado por ejemplo, puede obtener cualquier trabajo de baja cualificación pero es muy lógico que esta persona esté altamente desmotivada y no quiera forjar una profesión indefinida en ese trabajo. Esta situación genera graves problemas a todos los niveles.

A nivel macroeconómico, la sobrecualificación genera una productividad baja por el mero hecho de la autoexclusión dentro de la formación laboral propia. Siguiendo con el ejemplo del vídeo, este chaval no está motivado para mejorar como camarero, para formarse más en una escuela de hostelería, para hacerse un verdadero maitre. Lógico también dado que “no trabaja en lo suyo” y sus aspiraciones personales son otras.

Temporalidad, que se une directamente al punto anterior. Si a este chaval le ofrecen un contrato de tres meses como periodista, aún con un salario inferior al que tiene como camarero, es muy probable que deje el bar para irse a trabajar en su área. Este cambio laboral, genera a la vez un efecto de temporalidad en los trabajos cualificados, dado que la empresas que quiera disminuir los costes laborales, buscarán personal de carácter temporal, antes que trabajadores a largo plazo.

Este comportamiento genera también un problema de competitividad y formación laboral. No puedes reemplazar a los trabajadores de la empresa cada 3 meses y ser competitivo y productivo a la vez. El hipotético ahorro que se genera por un coste laboral menor, se paga con creces en las formaciones rotatorias. Tengamos en cuenta que ya hablamos de puestos cuya formación y adaptación tienen un coste importante.

En resumidas cuentas, si nuestra economía no es capaz de absorber a los trabajadores a su nivel de formación, estamos dilapidando los sectores que requieren menor formación y empeorando las condiciones laborales para todos, dado que los trabajadores poco cualificados, también se ven desplazados de sus puestos de trabajo habituales por estos trabajadores mejor formados. Problema importante a resolver ya dentro de nuestro mercado laboral.

En El Blog Salmón | Vemos más desempleo entre los menos cualificados, Actualidad laboral: Chicha, Tato y Clodoveo, qué poco hemos cambiado, España: casi el 50% de los menores de 25 años está en paro
Vídeo | Youtube

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