Ultimamente, el gobierno de España ha estado declarando casi victoria económica, diciendo que la economía ha empezado a mejorar y, con el tiempo, los que no nos enteramos empezaremos a verlo. Supongo que eso les hará sentir satisfechos y podemos esperar que harán poco o nada más para ayudar la situación. Si no hicieron casi nada efectivo cuando había crisis, ahora que, según ellos, ya estamos saliendo, qué necesidad hay para hacer cosas difíciles.
Hay países donde si se esá viendo que sus economías han vuelto a la senda del crecimiento, incluyendo Estados Unidos, y me interesó el Estudio de la Congresional Budget Office (CBO) estadounidense que analiza (PDF) las razones por qué en ese país la reducción del desempleo no se ve con el ritmo que les gustaría y menos que en las recuperaciones de recesiones anteriores, como vemos en el gráfico. Es decir, que allí tienen rigideces en su mercado laboral tambien.
El problema es que, en un mercado laboral mucho más dinámico que el español sufren sus rigideces, en España estará sufriendo mega-rigideces.
La CBO estima que hasta un 1% del nivel de desempleo es explicado por estas rigideces e identifican tres factores estructurales que causan este 1% adicional en su nivel de desempleo. Como su nivel de desempleo total en 2013 estiman que es 6%, nos dicen que el 16.7% de su nivel de desempleo es por causa de estas rigideces.
Los factores que identifican que contribuyen al desempleo por razón de las rigideces son los siguientes:
- Casi la mitad se atribuye al estigma que tienen los desempleados de larga duración que perjudica sus posibilidades de que empresas quieran contratarles, por su posible menor motivación, su pérdida de conocimientos y su pérdida de costumbre de trabajar en estructuras establecidas y en horarios establecidos.
- Casi la otra mitad se atribuye a la baja eficiencia de las empresas en su contratación, y eso se atribuye a la dificultad de encontrar trabajadores con los conocimientos y experiencias que las empresas buscan y necesitan.
- un décimo de ese 1% se atribuye a la extensión de las prestación de desempleo, estimando que algunos desempleados de larga duración no saldrán al mercado de trabajo hasta que agoten completamente sus prestaciones por desempleo.
Los primeros dos de estos se reducen con el mantenimiento de programas de formación para los desempleados, no sólo para mantenerles acostumbrados a las estructuras y a los horarios diarias pero permite la reconversión de sus conocimientos a las necesidades de la economía cambiante. También se mejoran haciendolo más barato contratar a empleados, como hemos propuesto muchas veces en estas páginas.
También vemos que la extensión de las prestación a los desempleados de larga duración tiene un casi nulo impacto en sus incentivos para salir a buscar trabajo. Es decir que hay muy pocos vagos en las estadísticas de desempleo.
En España, más de la mitad de los parados son desempleados de larga duración, que implica que el problema es aún más agudo. Como los desempleados de larga duración se convierten en cuatro veces menos capaces de encontrar un trabajo que los que están en busca de un nuevo trabajo mientras están empleados.
Con su situación entre los peores en desempleo, España debe intentar aprender de lo que hacen otros y de lo que analizan otros y, así, quizás poder introducir medidas que puedan beneficiar a los desempleados, los que más están sufriendo la crisis.
España tiene 26% o más de desempleados, ¿quiere decir que hasta el 4.3% de su desempleo es como resultado de las rigideces del mercado laboral? Esto podría ser casi 800.000 desempleados que no lo estarían si España eliminara las rigideces en su mercado laboral.
En estas páginas hemos pedido reiteradamente la formación, tanto dentro de las empresas para sus trabajadores, como para los desempleados que lo necesitan.También hemos dado recomendaciones de cómo mejor gestionar el mercado laboral.
Desgraciadamente, seguimos esperando ver medidas efectivas, muchos más que esos 800.000 desempleados y sus familias lo agradecerían.
En El Blog Salmón | Jóvenes y parados de larga duración, las grandes víctimas de nuestro mercado laboral, ¿Ha sido bueno el dato del paro? y Hay mucho desempleo que no se cuenta