Bruselas acaba de ratificar el decreto de ayudas al carbón. Este decreto subvenciona la quema de carbón nacional en las centrales eléctricas a cambio de unas primas por la electricidad producida y amortigua en las eléctricas el sobrecoste que origina el carbón extraido en España frente al carbón importado.
Tal y como ya comentamos en estas mismas páginas, este decreto otorga ayudas por importe de 316 millones de euros y una producción de 10 millones de toneladas de carbón. Como contrapartida a la autorización comunitaria, España se compromete a no prorrogar las ayudas más allá del 2014 y a cerrar aquellas explotaciones mineras que sean deficitarias. Punto harto complicado si el Gobierno no cambia su posición en materia de subvenciones a estos sectores.
En estas últimas semanas, los mineros de las cuencas del norte han mantenido varios encierros, protestas públicas con cortes de carreretas y habían emprendido una marcha hacia Madrid solicitando el pago de estas ayudas. Con el levantamiento del veto europeo, los mineros abandonan estas protestas pero el problema sigue encima de la mesa y las minas que no son rentables requieren un cierre rápido.
Actualmente, España sigue teniendo una fuerte dependencia energética del exterior y el sustento de la autonomía energética no tiene cabida para justificar las ayudas. Si tanto producimos de renovables ¿por qué seguimos subvencionando la quema de carbón nacional? La minería tiene que desaparecer en estas zonas dado que es inviable quemar mineral más caro que el importado y no queda más remedio que reconducir todas las áreas afectadas por el parón minero.
Mirando hacia atrás, minas se han cerrado muchas en la historia de España. Recordemos Rio Tinto o Linares, que aunque no eran de carbón, también vieron cómo sus explotaciones ruinosas tenían que abandonarse. En este caso, el Gobierno ha preferido prolongar la agonía sacando el talonario de la subvención, por lo que no solucionamos el problemas. Simplemente despilfarramos un dinero público precioso y traspasamos el problema al futuro. Ya vendrá otro detrás que lo arregle, buena frase de muchos gestores del dinero público.
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En El Blog Salmón | 316 millones de euros en subvenciones al carbón
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