Frente a lo que algunos creen, estoy sumamente interesado en lo que algunos denominan finanzas éticas. Otra cosa es que a mi el adjetivo de éticas, calificando al resto indirectamente de no serlo, me repele igualmente que el llamado comercio justo. Me parece fantástico que se promuevan organizaciones financieras con determinados valores, pero sin que ello suponga el arrebatar la legitimidad al resto para trabajar conforme a los suyos, motejándolos de no éticos. Y eso es lo que se hace en publirreportajes como el de Finanzas Éticas, de Documentos TV
Creo que no he visto en todo el programa una sola crítica a ninguno de los modelos expuestos. Ni una. Y por supuesto existen aspectos para hacerlas, como cuando hablamos aquí de Triodos Bank (no siendo nosotros precisamente de los más críticos), o cuando se cuestiona la vinculación de estas iniciativas con los fondos públicos, bien por la vía de la dotación de fondos a estas organizaciones, bien por las garantías/recursos comprometidos para el cobro de las operaciones.
Como ya he dicho, por motivos que van más allá de la mera curiosidad, este mundo me resulta sugerente. Pero debemos ser conscientes de que la etiqueta “ética” que se autocolocan estos nuevos operadores financieros engloba realidades muy distintas. Incluso, en algunos casos, algunas que se mantienen muy alejadas de mi subjetiva consideración de la ética (y de la de otros). Por ello, me estoy planteando seriamente comenzar una pequeña serie con posts dedicados a estas organizaciones.
La idea es ir un poco más allá del publirreportaje en cuestión, ser un poco el pepito grillo de este buenismo financiero. Y todo ello no por atacar este incipiente sector, sino justo por lo contrario, para diferenciar lo que se hace bien de lo que se hace mal, siempre desde mi personal juicio.
Además, y desde una perspectiva más práctica e inmediata, el análisis de los distintos métodos de trabajo y organización, de instrumentación de operaciones, de estrategias comerciales que emplean algunas de estas entidades pueden resultar de gran utilidad para la banca convencional. Y esto es importante desde el momento en que, en lineas generales, uno de los principales handicaps/fortalezas de estas alternativas es que son muy de nicho, para colectivo y necesidades muy concretas. ¿Y qué pasa con el resto de las personas y finalidades que no encajan, que son en gran medida mayoritarios? Aprovechemos sus enseñanzas.
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