Acabo de leer una interesantísima entrada en Materias Grises acerca de la mala política comercial que tiene Renfe. La entrada critica duramente las declaraciones de Teófilo Serrano, presidente de Renfe, que dijo que no iban a recurrir al modelo low cost porque las infraestructuras de trenes son caras.
Las declaraciones dejan claro, con números, que en Renfe no saben de economía. Da igual que las infraestructuras sean caras. Una vez que están hechas sólo hay que tener en cuenta los costes operativos y las inversiones en trenes. Renfe no es dueña de las infraestructuras, lo es Adif. Adif fija unas tarifas por uso a Renfe, y esta última lo que tiene que hacer es aplicar una política comercial que permita ganar cuanto más dinero mejor.
Los aviones tienen unos costes de inversión mayores que los trenes, y unos costes por uso de infraestructuras (aeropuertos) mayores que los trenes. Y además gastan más combustible por pasajero. Y sin embargo, muchos billetes de avión son más baratos que billetes de tren. ¿Por qué? Porque son empresas que saben de economía. Saben ajustar sus márgenes porque hay mucha competencia. Saben de la discriminación de precios, que es un concepto clave en el sector del transporte (cobrar a cada viajero lo que está dispuesto a pagar). Y parece que Renfe no sabe de eso. O no quiere.
Mi teoría es que Renfe no quiere destrozar a las compañías aéreas. Porque podría. Y a mi me parece entonces un desperdicio de dinero público crear unas infraestructuras ferroviarias tan buenas si luego no se quiere competir. Que dejen el paso a otros. O que privaticen Renfe. Que opere los ferrocarriles una empresa con ganas de competir, que nos beneficiemos de buenos precios los usuarios. Es lo mejor que nos puede pasar a todos. Eso sí, que las infraestructuras sigan siendo públicas, que las malas experiencias del Reino Unido nos hagan aprender de esto.
Vía | Materias Grises
En El Blog Salmón | El AVE no puede competir con las aerolíneas low-costs, menos aún en Valencia
Imagen | Ricardo Ricote