Cuando un país pone la realización y aprobación de sus leyes en manos de incultos o personas que no tienen ni idea de qué están hablando, nos encontramos con declaraciones como las que realizó la semana pasada el presidente y algunos miembros de la Comisión de Cultura del Congreso.
Responder sin parpadear siquiera ante preguntas de la prensa “que él ya se ha quitado de eso de enlazar”, como si enlazar fuera el equivalente a ser un alcohólico, un drogadicto o un hecho deplorable y lamentable. De muestra un botón sobre el amplío conocimiento que tienen nuestros políticos sobre determinadas materias que legislan.
Una persona ni puede ni debe saber de todo y en la mayoría de materias, para preparar una ley, se requiere el apoyo de comisiones de expertos en la materia, de los principales actores del sector, para que den sus puntos de vista, las carencias, las deficiencias y todo aquello que se debe mejorar y también hay que mirar lo que se hace en nuestro entorno más inmediato. ¿Acaso alguien imagina a un político sin contar con arquitectos e ingenieros desarrollando las normas básicas de edificación o las normas alimentarias sin contar con médicos? Pues ante materias como propiedad intelectual e internet, pasa lo mismo.
En materia de propiedad intelectual, este Gobierno se ha plegado ante la asociación de editores de prensa y ha sacado un panfleto legal de tales dimensiones que ha tenido que recular ante la opinión pública y afirmar que la ley no va a hacer justamente lo que dice.
Por primera vez en la historia de un trámite parlamentario, un gobierno tiene que salir a la luz sacar una nota de prensa y decir que el Canon AEDE no va a aplicarse en redes sociales. Minipunto para cultura porque: La ley que se ha aprobado en el trámite parlamentario no lo contempla así ni había ninguna enmienda que así lo recogiera El ordenamiento jurídico español no define por ninguna parte qué es una red social. La definición más precisa la tenemos en la RAE y ahora, díganme exactamente qué pasa si le metemos comentarios a Google News por ejemplo.
Es lamentable que nos estén poniendo de vuelta y media en todo el planeta por una ley que está dando un derecho divino por aquello de irrenunciable a un colectivo determinado de empresas. La ofrenda ante el altar de la portada del kiosko diario está siendo importante, a la par que la mayoría de editores hacen palmas por esta nueva ley. Yo quiero montar empresas que tengan derechos económicos irrenunciables como ese.
En El Blog Salmón | Extorsión mafiosa del canon AEDE con la connivencia legislativa